El cambio climático es un término conocido globalmente y está asociado principalmente por su impacto a la naturaleza. Sin embargo, en los últimos años, se empieza a resaltar el grave problema de la Economía Carbonizada.

Existen diferentes etapas separadas por dos personajes públicos que han internacionalizado el concepto, Albert Al Gore y Greta Thunberg. Ambos han conseguido globalizar un problema que a priori no tenía repercusión total en la sociedad. Cada uno desde una posición social diferente, han conseguido involucrar a gran parte de las sociedades del planeta. Además, con sus constantes discursos, consiguieron hacerse un hueco en las noticias internacionales diarias. Todo esto fundamentó una base positiva en las políticas energéticas actuales.

Según Eloy Velasco, docente del Máster Online Energías Renovables de la Escuela de Negocios de la UEMC, “es el cambio del clima en la tierra que aunque puede deberse a causas naturales y dado que estas se han producido siempre a lo largo de la historia de la humanidad, sobre todo se asocian a las modificaciones en las actividades del hombre a partir de la revolución industrial con el incremento del uso de energía de origen fósil y procesos productivos con emisiones de gases de efecto invernadero”. 

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El efecto es un incremento en la temperatura global del planeta por presencia en la atmósfera de gases, como son las emisiones de anhídrido carbónico o metano, que provocan el denominado efecto invernadero, permitiendo el paso de la radiación de longitud de onda corta procedente del sol, pero reduciendo la salida de la radiación de onda larga procedente de la tierra hacia el espacio, evitando el enfriamiento del planeta. 

Este incremento en la temperatura global provoca el cambio en el clima y los efectos que de ello se derivan como deshielo de los polos y glaciares, modificación en las corrientes oceánicas, tifones y huracanes más fuertes de lo habitual por el incremento en la temperatura del mar, etc.

Efectos del cambio  climático 

El mayor efecto del cambio climático son las consecuencias energéticas y económicas derivadas del calentamiento global. Se está verificando una mayor demanda de refrigeración que de calefacción, con sus asociados consumos y costes energéticos. 

“Hace 2 años, en un estudio que publicado en Science (Modelling the long-term effect of climate change on a zero energy and carbon dioxide building through energy efficiency and renewables, analizamos el alto impacto y coste que afectará a nuestro Sector edificios, incluso los edificios de energía casi nulo, ZEB”, explica Javier Rey, Coordinador y Docente de nuestro Máster en Energías Renovables. Este sector, añade, “abarca el 40% del consumo energético total. Los resultados son impactantes, así que se debe continuar trabajando porque es un tema que nos afecta a todos”.

Para Eloy Velasco, algunas de las cosas que pueden suceder con el cambio climático posiblemente se desconozcan, pero hay muchas que ya se conocen y cada vez aparecen más evidencias de lo que va a suceder en función de diferentes escenarios de calentamiento global. En cualquier caso, afirma que “aunque los efectos serán a largo plazo, aparecerán ya en la actualidad con mayor frecuencia”. 

En este sentido, Velasco matiza que el efecto sobre las personas dependerá sobre todo del lugar del planeta donde vivan, “habrá poblaciones que sentirán mucho el cambio del clima, modificación en el tipo de cultivos, aparición de zonas desérticas, etc., pero en otras posiblemente no se producirá prácticamente ninguna modificación en su estilo de vida”. 

Por lo que respecta a la economía y a la sociedad, se tendrán que adaptar a las nuevas situaciones climáticas, cambiando los tipos de negocio actuales, los cultivos realizados, etc. En cualquier caso, “estos cambios en el modo de vida no se producirán de la noche a la mañana y, a medida que desaparezcan las condiciones en el modo de vida actual, aparecerán nuevas necesidades para adaptarse a las nuevas condiciones”.

Los efectos esperables a corto plazo serán fenómenos meteorológicos que, aunque anteriormente ya se producían alguna vez, cada vez serán más frecuentes y los daños causados por los mismos también. A largo plazo se puede llegar a modificar el modo de vida de las comunidades por el cambio del clima, desplazamiento de zonas desérticas, ascenso del nivel de los mares, etc., todos aquellos efectos que ya conocemos por los medios de comunicación.

Retos para minimizar los efectos del cambio climático

Existen diferentes niveles en los que se pueden plantear los retos para minimizar los efectos del cambio climático. Eloy Velasco destaca tres:

• A nivel internacional (o mundial) debemos reducir las emisiones, sobre todo estableciendo protocolos, compromisos o normativas internacionales que favorezcan utilizar procesos sostenibles en el tiempo y que permitan reducir la emisión de esos gases como el anhídrido carbónico (CO2).

• A nivel nacional fomentar la eficiencia energética, favorecer el uso de energías renovables, desarrollo de procesos de retención de CO2, etc. 

• A nivel local, familiar o personal haciendo labores de formación y divulgación para que la gente entienda que, tanto energética, económica como medioambientalmente hablando, a lo largo del tiempo lo más rentable es desarrollar una actividad que sea sostenible, utilizando los recursos necesarios, no derrochando energía, reciclando, etc.

Muchas de las medidas, según indica el docente, ya se han planteado, “pero todo pasa por cumplir los compromisos y mentalizar a los responsables políticos de que no hay otra alternativa si queremos reducir el efecto del cambio climático o hacer entender a la gente que alcanzar el reto global pasa por un comportamiento personal responsable”.

Por su parte, Javier Rey cree que en estos momentos “se está trabajando bastante bien desde la Unión Europea y concretamente desde España, donde en los últimos 10 años el avance ha sido más que notable”. En este sentido, añade que “debemos sentirnos orgullosos de este cambio social afrontando el cambio climático. Sin embargo, no hay que desistir en la pedagogía social como arma para combatir este problema que nos afecta a todos los ciudadanos del planeta”.

Consecuencias del Cambio Climático

Si no actuamos a tiempo, las consecuencias serán bastante duras tanto a nivel social como económicamente. Pero no hay que ponerse en esa línea de extremismo. Europa tiene unos objetivos de una descarbonización para el año 2050 que combaten a la perfección el cambio climático, siendo unos objetivos ambiciosos pero posibles.

“Con ello alcanzaremos a ser el primer continente con cero emisiones y más limpio del planeta. Objetivos como estos ayudan a frenar el cambio climático y a aumentar tanto la eficiencia como la seguridad energética, reduciendo al máximo la dependencia energética de terceros países”, destaca Javier Rey.

Pero Eloy Velasco indica que “el problema es si podemos considerar actualmente que todavía estamos a tiempo”. La naturaleza siempre evoluciona para restablecer el equilibrio, pero son sistemas que tienen mucha inercia y requieren de tiempo. Por ejemplo, un incremento en la concentración de CO2 en el aire, incrementa que parte de ese CO2 se disuelva en el agua. 

En la actualidad hay más de 400 ppm de CO2 en el aire, pero se han emitido cantidades a la atmósfera de CO2 que supondría que esa concentración tendría que ser muy superior, siendo la diferencia la cantidad de CO2 que se encuentra disuelta en el agua del mar.

Una reducción de CO2 en la atmósfera provoca que, para restaurar nuevamente el equilibrio, se libere el CO2 retenido en el agua hacia la atmósfera, por lo que la reducción del anhídrido carbónico atmosférico no sólo está ligada a la reducción de las emisiones, sino a las inercias del sistema.

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En definitiva, el cambio climático es algo que posiblemente no se pueda evitar, pero el reto es minimizar sus efectos reduciendo drásticamente los niveles de emisiones que existen en la actualidad. El reto al que se enfrenta la sociedad en este nuevo escenario es mantener el nivel de calidad de vida actual, pero utilizando métodos que sean medioambientalmente más sostenibles, lo que muchas veces choca con los intereses económicos, ya que la energía de origen fósil es la alternativa a corto plazo más barata de la que disponemos.

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