¿Quién es un líder eficaz?
Alcanzar el éxito empresarial depende de una larga serie de factores. Compromiso y cualificación de los empleados, definición de una estrategia adecuada, calidad en el servicio…pero sin duda, uno de los más influyentes en el buen discurrir de toda iniciativa comercial es el desarrollo de un liderazgo efectivo. Ya es habitual asistir a conferencias sobre el management llenas a rebosar; cada vez más gurús predican los milagros del coaching. Pero, ¿existe una respuesta real a lo que es el liderazgo efectivo?
“El buen líder” no puede resumirse en una única frase esclarecedora, pero sí que existen una serie de pautas comunes que pueden ayudar. Los equipos laborales de hoy, son más dinámicos y auto-conscientes de sus capacidades, exigen cada vez más a sus superiores, cuya habilidad para solventar problemas es siempre puesta a prueba.Nada como una comunicación transparente y franca para que un empleado se sienta cómodo y partícipe en la empresa. El buen líder genera cultura empresarial, rompe los prejuicios y atiende las necesidades de sus trabajadores de manera honesta y humilde: se preocupa de la integración de todos y cada uno de los departamentos. Consecuencia directa de todo esto es el espíritu colaborativo. Saber disponer de una mente abierta favorece el debate, el diálogo abierto, siempre productivo para la empresa.
Los empleados son profesionales deseosos de aprender y aportar ideas, dichas circunstancias tienen que ser alentadas en su justa medida por el buen líder.
Como hemos visto, existen determinadas pautas emocionales y relacionales que ayudan a establecer un marco común entorno al liderazgo efectivo. Sin embargo, estilos del mismo hay tantos como directivos hay en el mundo. Algunos teóricos, como Daniel Goleman, han desarrollado en su obra este apartado. En su libro “El líder resonante crea más”, el autor estadounidense distingue hasta 6 estilos de liderazgo diferentes, aunque aclara que sólo cuatro de ellos tienen un impacto directo en los resultados. Son:
- Coercitivo: es el menos efectivo en muchas ocasiones. Se basa en el carácter tiránico del líder, que toma medidas basadas en su criterio personal, socavando el clima laboral y la flexibilidad. Los trabajadores no comparten una visión integral de la empresa, no se sienten partícipes y a menudo caen en el desánimo y la apatía. El estilo coercitivo de liderazgo produce un daño irreparable en las empresas, cuyos beneficios pueden caer como consecuencia del empeoramiento del compromiso de los profesionales.
- Estilo orientativo: el más efectivo. Es un individuo visionario y motivador que sabe integrar a los empleados entorno a un único objetivo, del que se sienten partícipes y satisfechos. El estilo directivo proporciona cierta flexibilidad a los trabajadores, que pueden dar ideas y asumir riesgos.
- Estilo afiliativo: es aquél en el que priman los individuos y sus emocionesmás que las tareas y los objetivos. Hay libertad para relacionarse y participar, el líder afiliativo establece restricciones, son expertos en motivación y maestros en la construcción de cultura empresarial y sentido de pertenencia a la misma.
- Estilo democrático: aquí el líder escucha a los empleados, generando confianza, respeto y compromiso. Una de sus desventajas principales es la de promover reuniones interminables sin llegar nunca al consenso, lo que termina por confundir y desorientar a los trabajadores. Es un estilo vulnerable que tiende hacia la parálisis de los directivos, cuya mejor apuesta para solucionar los problemas es esperar a que surja la solución.
- Estilo ejemplar: es el que se adscribe a aquellos líderes conscientes de su potencial, obsesionados con mejorar. Esta obsesión se extiende a sus empleados, a los que exige y persigue, con lo que su moral termina decayendo por no poder cumplir con los objetivos de excelencia. No hay flexibilidad, los trabajadores terminan por sentirse inútiles, pues es habitual que en este estilo, los líderes quieran hacer su trabajo y el de los demás.
- Estilo formativo: se basa en el empeño del líder por formar a sus trabajadores. Creen que el fracaso a corto plazo lleva a un aprendizaje a largo plazo. Es el estilo menos frecuente, el tiempo es esencial para muchos directivos, y por ello prefieren no emplearlo en la enseñanza, y ello a pesar de que tras la primera sesión, no son necesarias más. Cabe añadir que este estilo, repercute muy positivamente en el clima laboral.
Esta diversidad demuestra que el liderazgo eficaz no es una ciencia exacta. El entorno laboral cambia constantemente, y por ende, también lo hacen las dinámicas en las empresas: el buen líder es un concepto que va adaptándose en base a sus empleados y la realidad empresarial.
Para ilustrar todo esto de una manera más gráfica, os ofrecemos esta infografía.