Home»Business Revista Digital»RR HH»MOBBING: LA ENFERMEDAD EMPRESARIAL

MOBBING: LA ENFERMEDAD EMPRESARIAL

mobbing

Marina tiene 25 años, acaba de terminar su carrera universitaria con buenas calificaciones y ha encontrado su primer trabajo en una empresa con buena reputación. Podría ser el comienzo de un futuro próspero y una etapa de plenitud, sin embargo, este trabajo no será motivo de celebración, al menos pasados unos meses desde su incorporación.

Marina trabaja en una empresa muy competitiva donde la promoción laboral es motivo de discusiones entre los miembros de la plantilla. Su incorporación no es nada amigable, recibe un trato frío e incluso de desprecio. Una constante reprimenda de cada acción que “la nueva” ejecuta maximizando sus errores e ignorando sus logros. Marina come sola, nadie le hace un hueco en su mesa y sus preguntas son ignoradas por el resto como si de un fantasma se tratase. Por su parte, su jefe le exige cada vez más cantidad de trabajo por el mismo salario con la misma fecha de entrega límite, por lo que nunca sale a la hora estipulada en su contrato y le obliga a quedarse hasta altas horas de la noche. Momento que su jefe utiliza para hacerle comentarios subidos de tono e insinuaciones de carácter sexual. La situación genera un clima de trabajo insostenible para Marina, pero el pago del alquiler, las facturas y demás gastos le impiden dejar su trabajo. Marina vive una pesadilla, siente hostigamiento psicológico: es víctima del popular “mobbing” o acoso laboral.

La Real Academia Española, RAE, define acoso moral o psicológico aquella “práctica ejercida en las relaciones personales, especialmente en el ámbito laboral, consistente en un trato vejatorio y descalificador hacia la persona, con el fin de desestabilizarla psíquicamente”. Y acoso sexual “el que tiene por objeto obtener los favores sexuales de una persona cuando quien lo realiza abusa de su posición de superioridad sobre quien lo sufre”.

A raíz de estas definiciones veamos qué es el mobbing y qué prácticas se consideran acoso laboral. De esta forma, la definición de mobbing englobaría “toda conducta abusiva realizada de forma consciente, repetitiva y premeditada con la finalidad de que la persona abandone el puesto de trabajo. Es decir, es aquella situación en la que un individuo es sometido a presión psicológica por uno o más miembros del grupo, con la complicidad o silencio del resto.” Así pues, no se considera mobbing: el estrés por trabajar en un entorno laboral muy competitivo, el conflicto puntual entre dos compañeros o mantener conflictos con varios miembros, tener un jefe autoritario o un conflicto laboral que afecte al conjunto del grupo. Y, sin embargo, sí es acoso laboral: el aislamiento social, violencia física, la privación de derechos como por ejemplo las vacaciones, ataques con medidas organizacionales (sobrecarga de trabajo, robo del mismo, cambio de objetivos constantes, procedimientos disciplinarios exagerados o incoherentes, etc.) y ataques que atenten contra la integridad de la persona o su esfera privada.

La web www.elmobbing.com ofrece una guía para detectar el mobbing. Desde la definición y las características hasta el análisis del perfil de la víctima y del acosador, factores de resistencia al acoso, factores agravantes, factores psicosociales y organizacionales, fases del mobbing, consecuencias y cómo actuar en caso de sufrirlo.

Afortunadamente el caso de Marina de este post es ficticio, pero quizás estés viviendo una situación parecida o hayas detectado alguna de estas características del mobbing en tu entorno de trabajo. No dudes en contactar con nosotros para comentarnos cualquier aspecto relacionado con el acoso laboral. Si eres conocedor de alguna experiencia haznos saber cómo conseguiste solucionarla y qué medidas empresariales o apoyos echas en falta para enfrentar este problema.

Artículo Anterior

​LEY PROPIEDAD INTELECTUAL: REFORMA APROBADA

Artículo Siguiente

REDES SOCIALES: EL SALVAVIDAS DE LAS PYMES