Era una demanda frecuente por parte de las asociaciones de emprendedores que al fin parece que se llevará a cabo. Durante la inauguración del IV Congreso de UPTA, (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), la ministra de Empleo así lo anunciaba: a partir de ahora, los mayores de 30 años podrán capitalizar la totalidad de la prestación por el paro y utilizarla para emprender.

Hasta el momento, sólo los menores de 30 años (35 en el caso de las mujeres) y los discapacitados podían aportar el 100% (independientemente de su edad), mientras que los hombres mayores de 30 años y las mujeres con edad superior a los 34 podían cobrar hasta el 60% del paro para abrir un negocio. Con la nueva propuesta anunciada por Báñez esto va a cambiar.

Diversas asociaciones relacionadas con el emprendimiento y los profesionales por cuenta propia, han reaccionado positivamente a la medida que el Ejecutivo pretende implantar. El secretario general de UPTA, Sebastián Reyna, pronosticó que al menos 200.000 emprendedores iban a apoyarse en el cobro de la totalidad del paro para abrir sus negocios, algo que consideró “muy importante” dada la escasez financiera existente.

Mientras, el presidente de OPA (Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores), declaraba “no era lógico que únicamente los menores de 30 años pudiesen emplear el 100% de su prestación por desempleo para abrir un negocio, pues, lamentablemente, el paro no entiende de edad.”

“La capitalización del desempleo para iniciar una actividad emprendedora ha dado muchas oportunidades a mucha gente de iniciar un proyecto empresarial cuando, desgraciadamente, perdieron su empleo”, aseguraba Báñez. Todo con tal de demostrar el “compromiso” con los autónomos porque “han sido la fortaleza de España durante la transición de la recesión al crecimiento”.

Sin embargo, y como bien reza el dicho popular “no es oro todo lo que reluce”. Y es que, a pesar de que esta medida pueda proporcionar los fondos necesarios para poder montar un negocio (lo que en las fases iniciales es de agradecer), no sirve para arreglar las grandes debilidades de la economía española. La caída de la demanda interna, la alta morosidad, la dificultad para acceder al crédito, o las altas cuotas a pagar a la Seguridad Social, son algunos de los principales obstáculos al emprendimiento en nuestro país; obstáculos que esta nueva medida no va a solucionar.

Además, por mucho que se celebre la medida, ésta no garantiza el éxito del negocio. ¿Qué sucede si el emprendedor decide apostar el todo por el todo y no sale bien?, ¿y si los gastos comienzan a superar los ingresos? Como todo autónomo bien sabe, los costes para el trabajador por cuenta propia son difícilmente manejables, las licencias tardan en aprobarse y los reveses del mercado son imprevisibles. Una vez aportado el 100% de la prestación por desempleo, no hay margen de error; fomentar el emprendimiento está bien, pero ¿no estaría mejor poder facilitar la estructura para que éste pueda desarrollarse sin sobresaltos desagradables?

Así mismo, algunas voces críticas han señalado que la nueva medida sólo tiene por objeto maquillar los datos del paro. Al otorgar a los desempleados la totalidad de la prestación, el Gobierno pretende fomentar el abrir un negocio, y de esta manera, aumentar las altas en la Seguridad Social.

Un breve paseo por los foros de los principales medios digitales es suficiente para conocer que opina la sociedad al respecto: la capitalización del 100% de la prestación por desempleo, si bien es una medida útil, no es suficiente para fomentar el emprendimiento.

Tal vez haya que entenderla como lo que es: un primer paso hacia un mayor compromiso con los profesionales autónomos.