VÍDEO EDUCATIVO: MODELOS DE EMPRESAS GLOBALES

Uno de nuestros profesores, Fernando Doral, con el fin de alcanzar una mayor compresión ha preparado un artículo y un vídeo sobre los diferentes modelos a los que puede optar una empresa a la hora de internacionalizar. Descubre a continuación los diferentes modelos que quedan a disposición de las empresas en el proceso de expandirse a otros países.
Vivimos en un mundo globalizado. El desarrollo de las redes de comunicación ha propiciado el surgimiento de un mundo interconectado y ello a su vez ha provocado una homogeneización de las preferencias de consumo. Así, cada vez hay un mayor número de empresas que han decidido que su mercado objetivo no tiene por qué restringirse al doméstico, lanzándose a la conquista del mundo como mercado global. Estas son las empresas transnacionales que Raymon Vernon definía como «compañías que intentan conducir sus actividades en una escala internacional, como quien cree que no existen fronteras nacionales, sobre la base de una estrategia común dirigida por el centro corporativo».
Sin embargo, existen grandes diferencias en la vocación internacional de las empresas e incluso dentro de las propias empresas en distintas etapas de su trayectoria. Así, es frecuente -y de hecho adecuado- que los primeros pasos en el proceso de internacionalización se implementen por medio de fórmulas que conlleven poca inversión y, por lo tanto, poco riesgo. Hablaríamos por tanto de exportación indirecta o pasiva, en la que la empresa se limita a buscar un intermediario que gestione por ella las operaciones internacionales. El siguiente paso sería implicarse más en el proceso, adoptando un modelo de exportación directa, para terminar con fórmulas de mayor riesgo como la creación de alianzas estratégicas para la entrada en nuevos países, o finalmente la inversión directa en el país destino en forma de subsidiaria de producción.
La vocación de la empresa se refleja directamente en su modelo empresarial relativo a la internacionalización. En este sentido, podemos encontrar básicamente cinco modelos:
1. Compañía exportadora. Se corresponde con las primeras fases del proceso de internacionalización, si bien es cierto que hay multitud de empresas que encuentran en él su modelo definitivo. Consiste en vender en el exterior los bienes producidos en el mercado doméstico, conservando en éste todas las actividades básicas empresariales, excepto la comercialización. Se trata por tanto de un modelo con poca implicación en el proceso.
2. Empresa multinacional. Es habitual en empresas que han encontrado una clara ventaja competitiva -normalmente basada en su producto- y se deciden a replicar la fórmula en otros países. Así, la internacionalización consiste básicamente en repetir el modelo, ofreciendo en cada país la misma cartera de productos sin introducir variaciones. La empresa holandesa de aparatos electrónicos Philips es un buen ejemplo de este modelo.
3 Empresa global. Surgió en los años ochenta de la mano de empresas con fuerte vocación hacia el comercio internacional. Estas empresas consideraban el mundo entero como un mercado global, que aprovechaban por medio de una presencia extendida, así como de una dispersión de sus funciones. Por ejemplo, es habitual que en este tipo de empresas funciones como el aprovisionamiento, la investigación o la producción de algunas partes estén localizadas en diferentes países y regiones. El sector de la automoción es proclive a este tipo de empresas: Peugeot, Renault, o Volkswagen son buenos ejemplos de ello.
4. Empresa transnacional. Se trata de un modelo evolucionado, en el que la empresa resuelve la dualidad global/multidoméstico, compitiendo de modo global, pero a la vez adaptando su oferta y organización a las particularidades de cada mercado. A este concepto se le ha denominado «glocalización», dado que es capaz de combinar una visión global general, con una particularización a escala local. La evolución de este modelo es hacia la incorporación de las filiales extranacionales en los procesos de toma de decisión al más alto nivel. Así, en empresas como por ejemplo Procter and Gamble, el gigante norteamericano del sector de gran consumo, las carteras de productos varían de un mercado a otro, y las filiales gozan de un alto grado de autonomía.
5. Empresa “born-global”. Son las empresas de la nueva era, cuyo proceso de internacionalización no sigue los procesos de la empresa clásica, sino que desde sus orígenes surge con vocación de expansión internacional. Por eso se les denomina compañías nacidas globales (“born-global firms”). Estas empresas preparan su cartera de productos y servicios para su utilización en cualquier rincón del planeta. Como ejemplo sirve cualquiera de los servicios ofrecidos por Google que están disponibles en los principales idiomas del planeta.
De cualquier modo, no existe una única fórmula ni un único modelo que se adapte a todas las empresas; cada una debe adoptar el que mejor le encaje, teniendo en cuenta factores como su filosofía empresarial, su voluntad de asunción de riesgo, sus capacidades financieras, su conocimiento del proceso de internacionalización o su situación específica.
Artículo y vídeo de Fernando Doral