¡Si lo dice un famoso, lo compro!

si_lo_dice_un_famoso_lo_comproQue una imagen vende más que mil palabras es un hecho probado. Y si a esta realidad le añadimos el rostro de un famoso, la notoriedad en el mercado y las ventas del producto o servicio en cuestión pueden incrementar su volumen de ventas de forma exponencial.

Ser un blogger de prestigio, una tuitstar o tener miles de seguidores en Facebook, Instagram u otras redes sociales alimenta el ego. Pero si además nos sirve de plataforma para ser la imagen de una marca y ganar dinero fácil, tenemos la fórmula de la felicidad desvelada casi en su totalidad.

Cada vez son más las empresas que hacen uso de este sistema para captar clientes potenciales. Seguramente recordarás famosos asociados a marcas en anuncios de televisión, como son los casos de José Coronado (con los famosos yogures que ayudan a mejorar el tránsito intestinal), el actor George Clooney (y el deseado café) o Amaia Salamanca y Patricia Conde (anunciando una marca de tampones de una forma un tanto inquietante). Pero con el auge del social media, las empresas hacen uso de famosos con una fuerte notoriedad y una larga cola de seguidores en las redes sociales. Sin embargo, este reclutamiento no es aleatorio. Se debe hacer un estudio para saber qué famoso podría ser más efectivo.

Por ejemplo, para vender unas barritas de chocolate, un producto enfocado a gente joven, la marca Snickers utilizó la imagen de Anahi, cantante, actriz (y ahora también empresaria) mexicana que cuenta con una legión de seguidores (en su mayoría adolescentes) de casi 7 millones en Twitter. Además de rodar un spot publicitario, la campaña tenía un hashtag que Anahi tuiteaba periódicamente, además de manifestar lo buenas que estaban las chocolatinas. El fenómeno fan y el efecto arrastre (si mi ídolo lo come yo también quiero comerlo) son los resultados esperados de las compañías en las redes sociales.

Pero la repercusión social de estos personajes es tal, que son muchos los que se han lanzado al mundo empresarial de manera exitosa invertido en sus propias startups, como es el caso de Jessica Alba (quien comercializa con productos orgánicos) o los que invierten en las socorridas y rentables firmas de ropa, maquillaje o perfumes, como son los casos de Cristiano Ronaldo (enfocada en la ropa interior masculina), Britney Spears (perfumes) o la mediática y controvertida Snookie (bolsos).

Desde un punto de vista empresarial, se confirma que parte de la estrategia de marketing consiste en encontrar al candidato famoso idóneo para nuestro producto. Por otro lado, son muchos los famosos que deciden competir con grandes compañías con un buen posicionamiento explotando el tirón mediático y el apoyo que tienen en las redes sociales.

Y tú, ¿qué opinas: ¿Puede una marca conseguir el efecto deseado sin el apoyo de un rostro conocido?, ¿son las redes sociales los nuevos escaparates virtuales?, ¿hasta qué punto nos vemos influenciados por las figuras públicas sin darnos cuenta?

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