¿Has escuchado el término innovación? Aparece en todos los congresos, planes de marketing y reuniones de directivos. Creatividad, pensar fuera de la caja, ser diferente… Hay muchas formas de alcanzar un pensamiento innovador, pero ¿habías pensado alguna vez en la incomodidad?

Todo emprendedor, en el fondo de su subconsciente, busca ser el nuevo Steve Jobs o Mark Zuckerberg. Quiere dar con una solución que revolucione el devenir de la sociedad actual. Pero siendo realistas, esto es tremendamente difícil. Los ritmos de trabajo, la presión por cumplir los objetivos y la necesidad de alcanzar determinados beneficios dan como resultado una disminución de la creatividad y en entornos laborales encorsetados y mecánicos.

Sin embargo, hay que buscar caminos para dejar aflorar la creatividad de los empleados. Y la incomodidad puede ser una de ellas. Pensar fuera de la caja y salir de la zona de confort genera incertidumbre y desconcierto, pero esa incomodidad puede hacer que algo nos inquiete por dentro. Puede ser desagradable o placentero, hace sentir miedo, emoción, expectación, duda, etc. Y la respuesta a estas sensaciones desembocará en creatividad.

Un exceso de incomodidad o incertidumbre puede terminar en miedo y provocar resultados contraproducentes. Cada persona y equipo ha de ser consciente del límite de incomodidad que es capaz de tolerar y luego sentirla como normal y gobernarla. El objetivo es conseguir que el cerebro cree conexiones que normalmente no haría en situaciones cotidianas.

Salir de la zona de confort, es decir hallarse ante una situación desconocida, provoca mayor estrés y ansiedad, pero produce por el contrario un grado de rendimiento óptimo. Muchos directivos de marketing apuestan por esta técnica para sacar el máximo partido a la creatividad, basándose en cuatro aspectos fundamentales:

-Comunicación: Abierta y honesta en todos los niveles de la organización. Si cada individuo conoce el papel que sus tareas y funciones desempeñan en el equipo, esto generará una respuesta proactiva, en lugar de reactiva.

-Involucración: En lugar de asignar tareas concretas a los creativos, es recomendable darles un margen amplio de actuación para que propongan ideas y hagan feedback. Crear objetivos muy concretos hará que actúen de forma mecánica, pero objetivos muy amplios provocarán miedo y paralizará el proceso creativo. Hay que encontrar el balance.

-Confianza: Está comprobado que otorgar libertad y decisión sobre los resultados finales disparará la creatividad del equipo. Esto a su vez provocará cierta pérdida de control entre los directivos, y su incomodidad les hará más receptivos ante las propuestas del equipo creativo.

-Supervisión: Dar libertad no supone abandonar todo control. Revisar y evaluar el proceso creativo es necesario para ajustarse a los objetivos de la empresa. Es recomendable supervisar el ambiente y ánimo del equipo para evitar que dicha incomodidad no se convierta en miedo.

¿Cómo se puede crear incomodidad controlada en el equipo de trabajo? Existen acciones concretas para favorecer el florecimiento de la creatividad:

-Modifica tu espacio: El lugar de trabajo es muy importante. Una oficina con una decoración adecuada, espacios amplios y distintos elementos con los que interactuar favorecerán un clima positivo e innovador. Las salas creativas para el desarrollo del tiempo libre de los trabajadores provocará interacciones con objetos y empleados creando así procesos creativos.

-Buscar inspiración en lugares inesperados: Leer sobre temas que desconoces escuchar música que no encaje con tus gustos, o visitar lugares que normalmente evitas puede ponerte en situaciones incómodas que hagan saltar las ideas.

-Networking: Relacionarte con expertos de otras materias y negocios, o asumir tareas que no son las que corresponden a tus funciones, puede hacerte ver la situación desde otro punto de vista y ayudarte a proponer soluciones creativas.

-Herramientas nuevas: Ponerte en contacto con métodos de trabajo nuevos, como redes sociales o programas de diseño, provocará que desarrolles nuevas estructuras mentales y deductivas que facilitarán el surgimiento de ideas.

Ser creativo es posible si estás dispuesto a superar tus límites. Provocar situaciones de incomodidad supone asumir riesgos y posibles fracasos, pero siempre implicará un aprendizaje. No tengas miedo, y asoma la cabeza fuera de la caja.