Si partimos de la definición clásica de Gamificación, aquella que acuñó Nick Pelling en sus orígenes: «la aplicación de conceptos y dinámicas propias del diseño de juegos a campos empresariales o de marketing, para implicar al usuario a través de retos y recompensas a conseguir que realice ciertas acciones», siempre tenderemos a pensar que esta potente herramienta es propiedad exclusiva de los entornos B2C.

El nuevo y criticado acercamiento realizado por Brian Burke, donde incluye un obligatorio ámbito «digital», puede darnos alguna pista de por qué no podemos equivocarnos al darle a la gamifiacción un ámbito casi exclusivo orientado al consumidor final (y con esto no queremos decir que estemos al 100% de acuerdo con esta nueva redefinición). Simplemente nos sirve de pie para introducir que es este mundo digital el que hará de ecosistema perfecto para las aplicaciones gamificadas entre empresas, y no sólo en las relaciones empresa-consumidor.

Cualquier empresa, independientemente de su tamaño, recursos o público objetivo puede disfrutar de los múltiples beneficios de esta herramienta. Y parece obvio que en mercados como el gran consumo, con targets jóvenes y afines a las nuevas tecnologías veamos su aplicación de un modo más directo y medible…pero, ¿Qué ocurre si mi empresa vende a otras empresas? ¿Cómo podremos generar ese compromiso, fidelidad, incremento en ventas o notoriedad que también necesitan? En el siguiente video examinamos algunas técnicas muy eficaces para estos entornos, con sus objetivos y resultados esperados.

Empieza hoy mismo a pensar en estrategias y KPI´s basados en estas técnicas, verás cómo los resultados vendrán rodados…¡como unos dados en tu tablero de juego!

(Puedes encontrar el vídeo educativo aquí)

Artículo y vídeo de Mercedes Gómez Varela.

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