Tarjetero, monedero, carpetas… son objetos ya prescindibles cuándo puedes aunarlo todo en uno sólo. El futuro pasa por la nube, lo intangible.

Esto es un asunto capital en el desarrollo actual del marketing digital y es materia de investigación para multitud de empresas, que cuentan con una gran ventaja: ese objeto ya existe, y es el móvil. Pasamos con él gran parte de nuestro tiempo y cada vez nos permite hacer más y más cosas; innovar es cuestión de descubrir qué quiere el usuario y de qué manera podría ofrecerse. Si antes podíamos imprimir, fotografiar y contactar, ahora también podremos pagar con el móvil, de forma segura y como lo haríamos tradicionalmente, aseguran. Y no será través de códigos QR que redirijan a un lugar físico, sino pagando con nuestros terminales como si de tarjetas de crédito se trataran.

Esta nueva tecnología se intuye esencial en el futuro inmediato, y los principales actores ya han comenzado a mover ficha: Ebay ha adquirido recientemente Transfer, plataforma de pagos a través de móviles, por 595 millones de euros y Google lanzó hace un tiempo su propio sistema, denominado “Wallet”. Desde España se intenta lanzar iZettle, un lector para tarjetas que podemos acoplar al móvil, pero sin embargo, el que parece más próximo a estandarizarse es el NFC, Near Field Communication (Comunicación de Campo Cercano), adoptado en primera instancia por la familia digital de Samsung y desarrollado por Visa. El gigante surcoreano llegó a un acuerdo con la reconocida firma bancaria para implementar NFC en sus productos futuros, en su pelea por diferenciarse y ofrecer mejores servicios a sus clientes, que ya pueden disfrutar de este nuevo método para sus compras. Operadoras y fabricantes no han querido quedarse atrás y ya han acordado el uso de NFC.

En España, Orange y Vodafone han anunciado que este otoño se van a implantar los pagos vía móvil, aunque está por ver cuál será su capacidad de penetración, pues la desconfianza y la inseguridad que levanta entre los usuarios el uso del NFC dificulta su aceptación. Para convencerlos, Visa ya está trabajando en tres soluciones diferentes. Una es que las operadoras de telefonía incorporen los datos a través de una aplicación en su tarjeta SIM. Otra, que los fabricantes de móviles, los incorporen en el mismo hardware del teléfono. Y hay una tercera opción, que es almacenar los datos en una tarjeta micro-SD como la que usan las cámaras fotográficas digitales.

Los datáfonos para el pago sin contacto en España estarán adaptados al 100% en 2014, y es en nuestro país dónde existe uno de los mayores porcentajes de penetración de smartphones del mundo, un 66%, por lo que sólo es cuestión de tiempo que bancos y operadoras se pongan de acuerdo para dar comienzo a la implantación de las nuevas tecnologías de pago.