10 TÉCNICAS PARA ENTRENAR LA CREATIVIDAD

Técnicas para entrenar la creatividad¿Estás delante de una página en blanco? o ¿miras el reloj para que no avance hacia esa reunión para la que todavía no tienes ideas? Tal vez la pantalla del ordenador sigue con el mismo diseño porque no sabes cómo continuar. En este post os proporcionaremos 10 técnicas para recuperar y entrenar la creatividad.

Se suele asociar la creatividad a los profesionales del marketing y la publicidad, sin embargo, es un recurso fundamental en el desempeño de cualquier puesto de trabajo: para el profesor en sus métodos de enseñanza, en la búsqueda de soluciones para la empresa, en recursos humanos a la hora de motivar al trabajador,… no le des la espalda. La innovación nace de la creatividad.

Nuestro cerebro funciona a base de conexiones que terminan asemejándose a telas de araña. Se les denomina mapas mentales, por cada decisión que tomamos nuestra mente ha unido varios puntos de conocimiento, experiencia, costumbres culturales, creencias,… De hecho, tenemos dos maneras de pensar y establecer conexiones:

Pensamiento convergente: se utiliza en problemas de solución única como en matemáticas. Es el establecimiento de conexiones tradicionales, conexiones que únicamente van en una dirección. Por ejemplo, con la palabra oficina las conexiones convergentes serían despachos, ordenadores, café, trabajadores, de nueve a seis,…

Pensamiento divergente o lateral: es aquel que establece conexiones en muchas direcciones, en diferentes planos, desarticulando estructura para ofrecer soluciones flexibles. Establece conexiones nuevas para probar su funcionalidad e innovar. Siguiendo con el caso de la palabra oficina: trabajadores con aletas, un portátil en medio del campo, sin mesas,…

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La creatividad requiere el entrenamiento del cerebro para que adquiera la costumbre de generar conexiones divergentes y no solo convergentes. Ahora os daremos diez técnicas que os ayudaran a poner en forma vuestro pensamiento divergente, la clase de pensamiento que llevó a Mark Zuckerberg a crear Facebook a raíz de unos anuarios escolares.

1.El brainstorming: es una técnica muy conocida, pero no por ello menos eficaz. Define bien el problema al que te enfrentas y empieza a apuntar todas las ideas, palabras o soluciones que se te ocurran por muy absurdas que te parezcan. Después déjalo reposar una hora y vuelve a releerlas con la mente abierta, una puede ser lo que necesitas o lo que inspire aquello que buscas.

2.Escritura automática: con el tema en mente escribe y escribe sin parar sobre ello. No dejes que tu mano se detenga. Si llegas a un punto muerto sigue con lo primero que aparezca en tu mente aunque no tenga sentido. Esta técnica sigue el mismo patrón que el brainstorming pero con estructuras un poco más desarrolladas. Al escribir en profundidad sobre el tema sin preocuparnos por la ortografía o coherencia aparecen preguntas, se descartan soluciones y la información que albergamos en nuestra mente se clarifica.

3.Busca similitudes: investiga sobre otros casos ya desarrollados, qué se ha hecho, juega a combinar los que más te gustan. Si en conjunto no encuentras una vía de desarrollo que te convenza despiézalo y halla ejemplos para cada una de las partes.

4.Rodéate de creatividad: acude a museos, galerías de imágenes, lee libros que te gusten por su originalidad, acude a charlas, conferencias,…

5.Técnica de Moliere “ojos limpios”: en ocasiones nos hayamos tan sumergidos, hemos profundizado y pasado tanto tiempo con el proyecto que somos incapaces de tomar la distancia necesaria para analizar el problema. Habla con una persona que no esté relacionada con él y que lo desconozca. Una mirada nueva y fresca puede ayudarte a descubrir nuevos puntos de vista.

6.Técnica de Da Vinci: una vez tengas el problema bien definido y acotado en tu cabeza dibújalo, dibuja todo aquello que te venga a la mente sin preocuparte por cómo está quedando. Dibujar y colorear ayuda a relajar y liberar la mente preparándola para establecer nuevas conexiones.

7.Estimulación aleatoria o asociaciones libres: haz una lista o un conjunto de papeles con diferentes palabras, palabras seleccionadas al azar del diccionario, titulares, noticias,… dobla cada una y métela en una caja para luego extraer una. No vale renunciar a ella por muy difícil que sea. Establece una relación entre la palabra que te ha tocado y aquello con lo que estás bloqueado.

8.Los seis sombreros del pensamiento (Edward de Bono): esta es una práctica colectiva en la que cada participante recibe una tarjeta de un color y según el color que le toque debe desarrollar un ámbito. Blanco: objetividad; negro: crítica y factores negativos; amarillo: optimismo y factores positivos; verde: creatividad; azul: coordina el equipo y el rojo: sentimientos y emociones. También puedes ejercitar esta técnica de manera individual tratando uno a uno todos estos puntos.

9.Invierte suposiciones (“teaching your child to think” de Edward de Bono): consiste en establecer suposiciones relacionadas con el tema, suposiciones tópicas o razonables e invertirlas y trabajar con estas suposiciones invertidas.

10.Hazte preguntas: la mejor manera de liberar las conexiones es aplicando al tema no solo las preguntas básicas: ¿qué?, ¿cómo?, ¿por qué?, ¿quién?, ¿dónde?,… si no también ¿puede hacer….?, ¿y si le cambio…?,…

Estás técnicas se emplean como “disparadores” de la creatividad pues persiguen que el individuo se libere de temores, practicidad y lógica pura que pueden actuar como bloqueadores. Primero hay que dejar jugar a la creatividad y luego aplicar la visión de juez práctico para que evalué los resultados.

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