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HÁBITOS NEGATIVOS EN EL TRABAJO

Hábitos negativos en el trabajo

Las costumbres definen la identidad de cada individuo; son el reflejo de lo que se hace y, en consecuencia, de cómo se actúa. Estas costumbres se caracterizan por las actitudes, es decir, la predisposición para desempeñar las funciones laborales. Por ejemplo, llegar tarde al trabajo, ser irrespetuoso o trabajar con distracciones no contribuye a una imagen profesional positiva.

Los hábitos negativos en el entorno laboral se manifiestan diariamente en diversas organizaciones, formando parte de su cultura organizativa. Por esta razón, resulta crucial detectar y corregir estas malas prácticas, ya que tienen un impacto directo en la productividad y en la percepción empresarial.

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Cómo superar hábitos negativos para mejorar la productividad laboral

Es tarea ardua corregir las rutinas negativas, no se realiza en un día. Es necesario ser constante y seguir unas pautas para modificar malas costumbres. Por ello, es vital organizar el tiempo, tener un riguroso control del mismo y priorizar tareas de tal forma que se pueda sacar el mayor beneficio al  periodo de trabajo.

Éstos son algunos hábitos negativos en el trabajo que se desarrollan a la hora de realizar nuestro cometido:

  • No aprovechar el tiempo. ¿Estamos seguros de rendir al máximo? La falta de aprovechamiento del tiempo puede resultar en una baja productividad y rendimiento en las empresas. Un estudio de Workmeter indica que los empleados pasan alrededor del 30% de su tiempo en tareas no productivas, como reuniones mal gestionadas y distracciones. Para mitigar esto, muchas organizaciones adoptan metodologías ágiles y herramientas de gestión de tareas como Trello y Asana. Técnicas como el time blocking se están popularizando para maximizar la eficiencia y enfoque en los objetivos.
  • No cumplir horarios establecidos. La impuntualidad puede ser un gran obstáculo en el ámbito laboral. Llegar tarde, extender reuniones innecesariamente o salir antes del horario establecido son prácticas que reflejan irresponsabilidad. Empresas como Google e IBM promueven la puntualidad a través de recordatorios automáticos y una cultura que valora el respeto por el tiempo de los demás.
  • Ser negativo. La actitud negativa en el trabajo puede tener un impacto significativo en la moral del equipo y la productividad. Fomentar una mentalidad positiva y un ambiente cordial es esencial para el bienestar del equipo. Técnicas de mindfulness y coaching son cada vez más utilizadas por empresas como Salesforce para promover el bienestar emocional y una actitud constructiva.
  • Malas relaciones profesionales. El compromiso y la colaboración son fundamentales para mejorar las relaciones laborales. Para fortalecer estas relaciones, muchas organizaciones implementan gamificación y actividades de team building, como retiros y talleres, que fomentan el trabajo en equipo y el sentido de pertenencia. Trabajar en la misma dirección y resolver conflictos en el ámbito profesional resulta crucial para aumentar la productividad y el bienestar del equipo. Entre las prácticas efectivas para abordar problemas destacan la comunicación abierta y los programas de mentoría. Empresas como Telepizza han destacado en este ámbito, priorizando una cultura empresarial enfocada en el trabajo en equipo y la satisfacción laboral, lo que contribuye a reducir la rotación de personal y a fortalecer la motivación del equipo.
  • Mal uso de internet. El uso personal de internet en el trabajo puede disminuir la productividad. Para mitigar esto, algunas empresas establecen políticas de uso de internet más estrictas y herramientas como Heyfocus o StayFocusd que limitan el acceso a redes sociales durante las horas laborales, fomentando así una cultura de responsabilidad digital.

Hábitos negativos en el trabajo

Modificar estos hábitos negativos en el trabajo no es tarea sencilla y requiere tiempo y paciencia. Es un esfuerzo constante que demanda un control riguroso y una medición continua de los resultados. Según Sergio Edú Valsania, docente del Máster Oficial en Dirección de Recursos Humanos de la UEMC, “el principal hábito que tenemos que desarrollar es la positividad en el trabajo y dejar de ser negativos”.

En la actividad profesional del día a día siempre hay dificultades, pero “es necesario verlas como algo habitual de lo que se puede aprender en lugar de quejarse”, afirma el docente. Otro mal hábito, derivado del anterior, es la mala costumbre de culpar siempre a factores externos (la empresa, los jefes o compañeros) de los errores o malos resultados, “no reconociendo la influencia de uno mismo y en consecuencia impidiendo la posibilidad de aprender de ello”. En su opinión, “es mucho más grave no aprender de los errores, que tenerlos”.

Claves para transformar los malos hábitos en positivos

Para desarrollar buenos hábitos, lo primero es ser consciente de que hay aspectos que hay que mejorar y acto seguido marcarse objetivos de mejora. ¿Qué hábitos concretos quiero mejorar? ¿Qué nuevas conductas debo incorporar en mi actividad laboral y cuáles debo eliminar?

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Después es necesario concretar qué se va a hacer para mejorar, pues un objetivo sin un plan de mejora es sólo un deseo: ¿Qué voy a hacer para mejorar? Una vez definido el plan de mejora es necesaria la constancia, el trabajo diario y no rendirse. Las nuevas conductas pueden convertirse en hábito gracias a la repetición de las mismas en distintas situaciones del trabajo. Pero sin constancia, no hay nada que hacer.

A continuación, presentamos cuatro claves esenciales para convertir los propósitos de cambio en hábitos laborales duraderos y efectivos.

  • Identificar los hábitos negativos en el trabajo
    El primer paso es observar los patrones de trabajo y detectar aquellos hábitos que afectan el rendimiento. Es útil hacer una lista de los errores frecuentes y, si es posible, solicitar retroalimentación de supervisores de confianza. Para ello, se pueden emplear herramientas de retroalimentación como CultureAmp, que facilitan la recopilación de opiniones de otros sobre el desempeño. Llevar un cuaderno de notas o un diario de trabajo también contribuye a anotar observaciones y reflexiones diarias.
  • Eliminar las malas prácticas
    Una vez identificados los hábitos negativos, el siguiente paso es crear un plan de acción para corregirlos. Esto implica adoptar una mentalidad de crecimiento y ajustar los métodos de trabajo. Herramientas de organización como Trello ayuda a planificar y visualizar las tareas, mientras que RescueTime permite monitorear el tiempo dedicado a distintas actividades, detectando distracciones y favoreciendo el enfoque. Llevar un registro semanal de los avances en una hoja de cálculo o en estas mismas plataformas facilita el seguimiento de la mejora.
  • Incentivar el cambio
    Para mantener la motivación en el proceso de cambio, es recomendable establecer recompensas personales por cada meta alcanzada, lo cual ayuda a reforzar los nuevos comportamientos de manera positiva. Aplicaciones como Habitica gamifican este proceso, permitiendo obtener ‘recompensas’ virtuales por cada logro, haciendo que el cambio de hábitos sea más entretenido y efectivo. Definir metas pequeñas y premiarlas con incentivos fomenta la constancia y el progreso.
  • Mejorar la concentración y limitar las distracciones
    Mantener un entorno ordenado, tanto físico como digital, reduce distracciones y mejora la concentración. Desactivar notificaciones no esenciales en el ordenador y el teléfono, y configurar recordatorios para tareas prioritarias, contribuye a un entorno de trabajo más enfocado. Hacer una lista de pendientes al final de cada día también facilita un comienzo claro al día siguiente. Herramientas como Pushupbot pueden recordar la importancia de hacer pausas para estirar o beber agua.

Es fundamental, siguiendo la filosofía de Stephen R. Covey, organizar adecuadamente la jornada laboral priorizando las tareas más desafiantes o que demandan mayor energía al inicio del día. De este modo, se reservan las actividades más simples para el final de la jornada, lo que permite gestionar mejor el tiempo y mantener un nivel de productividad óptimo.

Además es necesario identificar cuáles son las actividades que no aportan valor a nuestra actividad profesional para eliminarlas por completo. Adicionalmente, los profesionales que ocupan posiciones directivas tienen que aprender a confiar en sus colaboradores y delegar aquellas tareas que no son especialmente importantes y que consumen un tiempo valioso que puede dedicarse a actividades de mayor valor estratégico. 

Pero es aquí cuando Sergio Edú Valsania quiere ser mucho más explícito: Delegar no es enmarronar. Delegar no significa que los colaboradores hagan las tareas más tediosas de los directivos. La buena delegación supone desarrollar estructuras de trabajo que permitan optimizar el tiempo de los directores a la par que desarrollar las competencias profesionales de los colaboradores, no teniendo miedo a su éxito e invirtiendo tiempo y esfuerzo para formarlos.

Cambiar todas estas malas costumbres favorece el desarrollo personal y empresarial, por lo que es de vital importancia identificarlas y transformarlas, consiguiendo un ambiente de trabajo eficaz y feliz.

Si deseas desarrollar competencias clave en la gestión de equipos y recursos humanos, el Máster Universitario en Dirección y Gestión de Personas Online de la UEMC Business School es una excelente opción. Este programa, diseñado para adaptarse a tus necesidades con una formación 100% online, te enseñará cómo influir en la cultura organizativa, optimizar la productividad y gestionar el talento con estrategias efectivas de liderazgo y motivación. Además, aprenderás a integrar aspectos esenciales como la comunicación y la organización en estrategias prácticas para impulsar el desarrollo de equipos y alcanzar nuevos objetivos empresariales.

Artículo actualizado el día 21/11/2024.

Este artículo ha sido actualizado por Lucía Rodríguez.

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1 Comentario

  1. Avatar
    9 octubre, 2022 at 04:27

    Si no quiere ser visto como una persona ineficiente e irresponsable, cambia tus malos habitos de trabajo por buenas practicas laborales. Aseguraras un mejor futuro y contribuiras a un ambiente de trabajo mas eficiente y cordial.