El tren de alta velocidad español ha protagonizado la actualidad nacional esta semana. Recientemente, el presidente del Gobierno se desplazó a León para inaugurar una nueva línea AVE que unirá dicha ciudad con la capital en menos tiempo, aunque para poder disfrutarlo en su totalidad habrá que esperar debido a que se ha “estrenado” más rápido de lo previsto, lo que ha impedido la implementación del último sistema de seguridad ERTMS, que según los expertos tardará ocho meses en estar operativo, y que por tanto, recortará la marcha del transporte hasta una máxima de 200 kilómetros por hora desde Valladolid, en vez de los 300 habituales.

El tramo, que consta de 166 kilómetros, ha visto finalmente la luz gracias a una inversión de 1.620 millones de euros, lo que afianza aún más a España como potencia mundial en ferrocarril de alta velocidad, pues cuenta con la segunda red más extensa del planeta. Sin embargo, hay quién piensa que la demanda no está a la altura de la creciente oferta del servicio.

Precisamente preocupados por la abusiva oferta que Renfe manifiesta en el mercado del transporte, la patronal de autobuses Confebús ha tomado medidas para llevarla ante la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, ya que ha encontrado indicios de que Renfe podría estar llevando a cabo maniobras de competencia desleal, poniendo a la venta billetes por debajo de su precio de coste y beneficiándose de subvenciones públicas.

Con el fin de mitigar conflictos como este o no, lo único cierto es que desde el Ejecutivo han anunciado que sacarán a concurso un proceso para encontrarle competencia privada para Renfe, aunque el resultado no será conocido antes del final de esta legislatura, según los plazos establecidos por la orden ministerial publicada hoy miércoles en el BOE.

Así mismo, la entrada del nuevo operador se contempla únicamente para el corredor del Levante, en una primera fase que se prevé dure 7 años. Desde el ministerio de Fomento, se alude a que una vez pasado este plazo, la línea quedará “abierta a la plena competencia”.

Para presentarse al concurso, basta con poseer licencia ferroviaria y certificado de seguridad,aunque como indica el propio BOE, no es necesario contar con trenes propios, siendo posible alquilárselos a RENFE. Algunas de las potenciales interesadas que actualmente cumplen con los requisitos serían Acciona, Ferrovial, Comsa, ACS, Alsa o el grupo Globalia.

El Ministerio será quién supervise todas las solicitudes, dando mayor importancia al plan de negocio presentado (55%).

Con esto el Gobierno pretende cumplir con el plazo establecido por la UE, que marcaba el 2019 como fecha límite para liberalizar el sector del transporte ferroviario.