Aún quedan algunos escépticos, pero ya se intuyen vientos de cambio. Los mencionados brotes verdes parecen que realmente empiezan a echar raíces y se percibe un leve resurgimiento de la economía. Pero la crisis ha dejado su huella en el entramado empresarial, dando lugar al nacimiento de las minipymes. Las pymes ahora más que nunca son el pequeño motor que mueve la gran maquinaria.

Las compañías aseguradoras, como AXA o Mapfre, vuelcan todo su optimismo y esperanza en este tipo de empresas, más concretamente en las minipymes. Éstas han percibido como actualmente se contratan más seguros de empresa y con menos anulaciones que al comienzo de la recesión. Son conscientes que ha habido un ligero incremento de la inversión y las empresas ya no recortan gastos en el sector de los seguros.

España es un país de pymes. En un informe elaborado por la Dirección General de Industria, a 1 de enero de 2014 había un total de 3.114.361 empresas, de las cuales el 99,88% (3.110.522) eran pymes. Las microempresas, aquellas que tienen entre 1 y 9 empleados, suponen el 95,8% del tejido empresarial de nuestro país. Su actividad aporta el 65% del PIB y el 75% de los puestos de trabajo.

La generación Y, que gira en torno a los 30 años de edad, es un sector de la población con gran actitud emprendedora. Posee una visión de negocio distinta gracias, principalmente, a la digitalización y la innovación. Esta generación ha visto cambiar las necesidades económicas y sociales de la población desde 2008 hasta ahora, y ha sabido crear negocios para cubrirlas. Para ello, se crean nuevos productos y servicios que a su vez generan nuevos clientes y consumidores.

Las compañías aseguradoras se han visto obligadas a innovar y modificar sus servicios. Las TIC, minipymes, y pequeñas empresas surgidas en la era digital requieren productos nuevos que cubran sus riesgos y aseguren sus movimientos. Si las pymes se reinventan, también lo harán los seguros. Si el consumidor consume, también lo harán las pymes.

A pesar de que el 43% de las pequeñas y medianas empresas esperan notar la salida de la crisis entre 2015 y 2018, según un estudio de la Sage, todavía hay muchos aspectos que mejorar. La mayoría de los empresarios no se siente respaldado por la administración y ve necesario un marco legal más estable que facilite el acceso a las diversas formas de financiación y préstamos.

Gran parte de las pymes surgidas recientemente lo han hecho de la mano de emprendedores que, en situación de desempleo, buscaban una salida a la negativa situación económica. Muchas de esas ideas se quedan en el proyecto y pocas llegan a convertirse en un negocio viable.

Las nuevas tecnologías, la innovación, la crisis y el espíritu emprendedor de la generación Y han introducido un nuevo jugador en el mercado: las minipymes. La pregunta es ¿aguantarán éstas sin el apoyo de la administración?