NUEVA MEDIDA DEL BANCO CENTRAL EUROPEO, ¿LOGRARÁ SU OBJETIVO?
El objetivo es que bancos e inversores tengan más dinero para esta vez invertirlo en acciones y actividades reales más rentables. Pero ¿cómo?
Ayer, 22 de enero, el Banco Central Europeo anunciaba, para sorpresa de la mayoría de países, un plan de compra de activos públicos y privados por un valor de 60.000 millones de euros mensuales hasta finales de 2016. La sorpresa venía del volumen de adquisición que está dispuesto a asumir. Una cantidad más que suficiente para insuflar confianza tanto a bancos como fondos particulares para gastar e invertir. Se trata de una medida más que contundente, ¿por qué ahora?
El persistente nivel mínimo en el que se mantiene la inflación y que se entiende por toda la Unión Europea exige, según Draghi, este tipo de medidas. Recordemos que la inflación media de la zona euro pasó de un 0,3% en noviembre a un -0,2% en diciembre. De hecho, no se espera que sea hasta mediados de 2015 y 2016 cuando repunte. De esta manera se busca alejar el fantasma de la deflación.
Una caída continuada de precios reduce los ingresos en las empresas ya que los costes de producción no descienden así que se recorta en inversión y empleo. Disminuye la masa salarial y los consumidores gastan menos a la espera de que sigan bajando los precios. Se genera un escenario que Draghi y todas las economías quieren evitar.
Pero este no es el único miedo presente en el escenario económico europeo. Desde Alemania se ha luchado en contra del programa anunciado ayer. ¿Por qué? Se teme que los países con problemas presupuestarios usen el Banco Central Europeo como recurso de financiación. Para llegar a un acuerdo se ha establecido que la inversión de compra de deuda no incluirá bonos basura y que cada país asumirá el 80% de las posibles pérdidas que se puedan producir.
Desde otro punto de vista, la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, afirma que el programa de compra de deuda pública es una acción acertada hacia la recuperación, pero para una verdadera reactivación de la economía europea Lagarde cree que el plan anunciado adolece de falta de medidas destinadas a una reestructuración de fondo.
Se necesitará hacer las reformas adecuadas para que dicha situación no se vuelva a producir. Sin embargo, por ahora esta decisión de compra de activos beneficiará a:
–Bolsa: la inyección monetaria estimulará a las bolsas europeas más periféricas. Las favoritas para sacar un mayor partido y rentabilidad son la española, la italiana y la portuguesa.
–Sector bancario: será uno de los grandes favorecidos gracias al aumento del flujo de capital que repercutirá en una reducción de los diferenciales de crédito.
–Constructoras: la reactivación económica proporcionará a las constructoras la oportunidad idónea para mejorar y volver a obtener proyectos. Además, la caída de la prima de riesgo les ayudará a alcanzar unas condiciones de financiación más favorables.
–Mercado de renta fija: que será el destinatario directo de las inyecciones de liquidez.
–Divisas: al incrementar la oferta monetaria del euro se producirá una agudización de la debilidad de la divisa comunitaria y acrecentándose el volumen de exportaciones.
¿El objetivo? que bancos e inversores posean más dinero para esta vez invertirlo en acciones y actividades reales más rentables generando una activación de la economía. Para alcanzarlo se requiere de los siguientes factores: capital, confianza, credibilidad y estabilidad. ¿Logrará con esta nueva medida alcanzarlos?
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