LA DEUDA PÚBLICA DESCIENDE PERO ¿ES SUFICIENTE?
Deuda pública, prima de riesgo, tipos de interés, etc., son conceptos que forman parte del día a día ya no de cualquier profesional de la banca, sino de cualquier español. La situación económica del país ha suscitado en los últimos años el interés por la macroeconomía. Así pues, los datos proporcionados por el Banco de España parecen aliviar los ánimos… o no.
La deuda del conjunto de las administraciones públicas ha cerrado el ejercicio de julio con un descenso de 12.733 millones respecto a junio, tras dos meses de subidas registradas. Con ello, la deuda se sitúa en los 1,040 billones de euros, es decir, en torno al 96,6% del Producto Interior Bruto. Frente a las subidas de febrero, mayo y junio, al igual que hizo en abril la deuda desciende alejándose del marcado 98,7%.
Sin embargo, desde el comienzo de la crisis económica en 2008, no ha dejado de crecer y lo seguirá haciendo en lo que queda de 2015. A pesar de esta reducción, el mes de julio se cierra con 33.906 millones de euros más respecto al año anterior. Tras la elaboración de los presupuestos generales, el Gobierno parece optimista y prevé que la deuda pública descenderá en el próximo ejercicio.
Del total de esta deuda, 764.811 millones corresponden a valores a medio y largo plazo, mientras que 77.605 son de valores a corto plazo y 197.687 pertenecen a créditos no comerciales, emisión de moneda y caja general de depósitos. Todo ello supone una reducción del 1,2% respecto a junio.
A pesar de todo, la Oficina Europea de Estadística afirma que la deuda, no sólo en España, sino en el conjunto de la Unión, continúa su ascenso. En nuestro país, se experimentó una subida del 94,9% al 98% sólo en 2014, términos absolutos se traducen en 50.000 millones de euros más de deuda. Esto se refleja en la subida de la prima de riesgo y los tipos de interés del bono a 10 años.
De entre los países miembros, preocupan especialmente los casos de Francia e Italia, cuyas deudas públicas rondan el 100% y 135% del PIB respectivamente. En contraposición, países como Portugal e Irlanda, intervenidos ambos por la troika, consiguen reducir sustancialmente su deuda del 133,3% al 129,6% en el caso ibérico, y del 116% al 109,8% en el ejemplo insular. El caso más destacado es el de Grecia que ha conseguido hacer descender sus alarmantes cifras del 177,1% al 168,8% del PIB, lo que equivale a 16.500 millones de euros, tan sólo en el primer trimestre de 2015.
Pese a los positivos datos proporcionados por el Banco de España respecto al pasado mes de julio, la tendencia al crecimiento de la deuda pública es claro, y deja en evidencia la efectividad de determinadas políticas europeas y los esfuerzos de las administraciones públicas para frenar el ascenso de las cifras.