La Comisión de Competencia de la Unión Europea presentó el pasado miércoles, 15 de abril, cargos contra Google. Acusa a la compañía de abusar de su dominio en internet para favorecer sus productos comerciales. La pregunta es si el caso de Google es el único o nos encontramos cada vez más sumergidos en un mercado de competencia imperfecta.

Internet ha potenciado la liberalización del mercado ya que propicia que las nuevas empresas tengan una gran visibilidad sin necesidad de pagar sumas exorbitadas. Además de rebajar los costes en marketing, también reduce el de otras áreas como, por ejemplo, al permitir no tener que contar con el coste fijo de una tienda física. Un negocio ecommerce no lo exige.

Sin embargo, para la Unión Europea Google amenaza la liberalización del mercado al ser sus anuncios y sus herramientas: Youtube, Maps,… las primeras que siempre aparecen en el buscador. Lo cual no sería tan grave si no fuera porque casi el 90% de la población europea lo utiliza para cubrir sus búsquedas.

En muchos sectores, pero sobre todo en el de la tecnología, solo vale ser el primero, el segundo apenas conseguirá alcanzar cuota de mercado. Otro ejemplo claro es WhatsaApp, el primer sistema de mensajería instantánea. Al ser el primero consiguió la casi completa totalidad de la cuota de mercado y ahora pocos consumidores cambian de aplicación porque todos sus conocidos están en ella. No estar supone la exclusión.

Hace cinco años empresas como Microsoft, Tripadvisor o Streetmap, entre otras, denunciaron ante la Unión Europea las posibles prácticas monopolísticas. Tras todos estos años de investigaciones la comisión de Competencia de la Unión Europea ha acusado a la compañía de abusar del dominio que posee en las búsquedas por internet para dar un trato de favor a sus propios productos comerciales.

Google cuenta con 10 semanas para dar respuesta a dicha demanda. Aunque este no es el único frente que se le abre. El reciente anuncio de su incursión en el mercado de telefonía móvil ha preocupado a más de una operadora.

Otro factor que ha preocupado a más de una operadora de telefonía móvil es su reciente anuncio de irrupción en este sector. La comisaria de Competencias de la Unión Europea, Margrethe Vestager, ya ha declarado que también se ha abierto una investigación sobre el sistema operativo móvil de Google, Android.

Por ahora no ha habido una respuesta oficial por parte de Google, pero el gigante de los buscadores ya ha reconocido a sus empleados que se trata de “un caso muy fuerte”.

Se cree que este será el primero de varios frentes venideros porque las compañías europeas están viendo con temor como grandes empresas de tecnología se están sumergiendo en áreas como el automóvil y la sanidad. Áreas en las que hasta ahora ellos eran la potencia dominante. Pero en este último caso concreto, ¿no se trata más de la inclusión de nuevos competidores que obligarán a los ya existentes a innovar para estar a la altura?

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