El consejo de administración de Repsol ha aceptado la oferta de cinco billones de dólares realizada por el gobierno argentino como compensación por la expropiación de YPF hace 2 años. Con este acuerdo se pone fin a una disputa que ha durado dos años, desde que el gobierno argentino decidió expropiar YPF.

Aunque Repsol solicitó inicialmente una compensación de 10 billones de dólares, el doble de lo finalmente aceptado, la compañía ha admitido una rebaja en sus pretensiones con objeto de terminar con este conflicto que podría alargarse mucho en el tiempo en caso de no haber llegado a este acuerdo. Por otro lado, Argentina también estaba interesada en un acuerdo rápido, ya que espera que se reduzcan las reticencias de inversores internacionales hacia Argentina puesto que el país necesita grandes inversiones para desarrollar los nacimientos de petróleo y gas de Vaca Muerta (se estima que la inversión necesaria es superior a 250 billones de dólares).

Repsol va a recibir un paquete de bonos compuesto por tres bonos diferentes emitidos por Argentina pero denominados en dólares americanos. Estos bonos tienen un valor nominal de cinco billones de dólares; además, va a recibir otros bonos con un valor nominal máximo de un billón para compensar que los bonos del primer paquete tienen un valor de mercado inferior a su valor nominal. El valor total de mercado del conjunto de bonos será superior a 4, 67 billones de dólares.

Repsol no está sujeto a ninguna restricción para la venta de sus bonos pero su compensación final no podrá superar los 5 billones de dólares, una vez descontados los intereses y los gastos. Además, Repsol se compromete a cancelar cualquier demanda planteada contra Argentina y renuncia a cualquier de reclamación futura derivada de la expropiación de YPF.

Este acuerdo es beneficioso para ambas partes ya que, por un lado, Repsol evita un larguísimo proceso judicial ante instancias internacionales y, por otro lado, Argentina se facilita el camino para obtener nuevos inversores en el sector energético del país puesto que, hasta ahora, el resto de inversores temían que Repsol pudiera demandarles en caso de participar en la gestión del yacimiento de Vaca Muerta.

Recordemos que Vaca Muerta es probablemente la mayor reserva mundial de petróleo y shale gas y está situado en la Patagonia Argentina. Como ya hemos mencionado, se necesitan ingentes cantidades de dinero para poner en explotación este yacimiento. Argentina es incapaz de aportar por sí misma las inversiones necesarias y precisa aliarse con socios internacionales que aporten el capital y la tecnología para desarrollar el yacimiento. Estos socios internacionales exigen un marco jurídico estable y un país que tenga una situación económica razonable; lamentablemente Argentina tiene dificultad para alcanzar estos objetivos ya que con una inflación anual superior al 30 por ciento, la situación económica del país es muy inestable. En los próximos meses seremos testigos de los acuerdos del gobierno argentino con grandes compañías petroleras para la explotación del yacimiento de Vaca Muerta.

Artículo elaborado por Jaime Madariaga