CAMBIOS DE PARADIGMA. CASO NETFLIX

La industria del cine, las editoriales, discográficas,… se quejan del daño que está ocasionando la descarga ilegal de contenido cultural. Se quejan de una sociedad que ya no es consciente del coste de generar ese contenido de ocio y cultura, quieren tenerlo gratis. Sin embargo, hay empresas que están despuntando en el sector y a las que los consumidores reclaman: Netflix, Spotify, Kindle unlimited de Amazon,… ¿por qué?
Internet ha modificado los hábitos de comportamiento y consumo. Esta es una frase que hemos escuchado y leído en incontables ocasiones, pero, ¿la están haciendo caso editoriales, discografías y productoras?
Hasta el momento el modelo de negocio imperante estaba basado en la oferta de unos recursos limitados. Con internet empresas y emprendedores se desplazan a negocios sustentados en la oferta de la abundancia que permite la distribución online. Este cambio de paradigma se ve claramente en determinados ámbitos como el del ocio y la cultura, un ejemplo de ello es Netflix.
Netflix vende películas y series de televisión vía streaming a cambio de una cuota de suscripción mensual. Ya no se trata de comprar una única película o serie, sino que tienes a tu disposición todas aquellas que querías ver, ya no tienes que elegir. Siguen el mismo ejemplo Spotify y Kindle unlimited, pero con música y libros respectivamente.
Internet ha cambiado el comportamiento y los hábitos de consumo de los usuarios que no admiten seguir pagando 20 euros por los libros, 10 euros por ir al cine o que no están dispuestos a esperar a que emitan su serie favorita por televisión.
Si los profesionales del marketing se han adaptado al “donde y cuando tú quieras” de internet, ¿por qué los modelos de negocio y el resto de las áreas de las empresas no? La supervivencia se basa en la adaptación al cambio y la innovación en el desafío de lo ya establecido para probar nuevas vías. ¿Qué les frena?
Muchas empresas se respaldan en que el precio es el necesario para poder sobrevivir. Uno de sus grandes inconvenientes es que son negocios de alto riesgo. Un producto cultural como un disco, una obra de teatro, una película,… no sabes si va a gustar o no. Es decir, inviertes un dinero y no hay parámetros fiables que te indiquen la acogida que va a recibir y si vas a poder recuperar la inversión. De hecho, en la mayoría de las ocasiones generan pérdidas, ¿cómo las suplen? Con los productos estrella, con el Señor de los Anillos, Los Juegos del Hambre o un Harry Potter.
De nuevo podemos ver dos cuestiones que les lastran: ofrecen unos recursos limitados y están muy apegados a lo físico cuando nos encontramos en la era del digital. Tal vez no sea necesario que todas las películas se estrenen en el cine, tal vez no sea necesario que todos los libros se publiquen ni que todos los álbumes estén en soporte disco. Tal vez la opción sea que primero se ofrezcan en internet en servicios como Netflix y después, según la demanda, se trasladen al físico.
Determinadas empresas han empezado a dar sus primeros pasos en esta dirección. La editorial Random House tiene desde hace más de un año una red social de escritores y lectores donde se suben los libros digitales y si llegan a un número determinado de lectores y fans se imprime la novela.
El otro fantasma en el que se vuelcan los miedos para no enfrentarse al cambio es la piratería. El gerente de Contenidos de Netflix, Ted Sarandos, afirmó en una entrevista con Stuff que: ‘Cuando lanzamos Netflix en un territorio, el tráfico de BitTorrent baja y el de Netflix crece’, la piratería disminuye en los países en los que se instala la oferta de este servicio. ‘Creo que la gente quiere una gran experiencia y quiere acceso, las personas son en su mayoría honestas’, añadió.
En su opinión ‘la mejor forma de combatir la piratería no es legislativa o criminalmente, sino entregando buenas opciones. Uno de los efectos secundarios del crecimiento del contenido es la expectativa de tener acceso al mismo. No puedes usar Internet como un vehículo de marketing y luego no usarlo como un vehículo de entrega”.
En España ya se han comenzado a dar tímidos pasos hacia este modelo de negocio, un ejemplo de ello es Yomvi o Wuaki.tv. Sin embargo, deberán asentar y perfeccionar sus servicios antes del último trimestre de 2015 ya que es cuando, según la directora adjunta de Toshiba España, Noemí Rodrigo; Netflix planea llegar en nuestro país. Una ocasión perfecta para comprobar definitivamente si realmente este nuevo modelo de negocio también funciona aquí. Sin embargo, ¿pueden las empresas permitirse esperar tanto tiempo sin adaptarse a esta nueva era digital?
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1 Comentario
Lo bueno de Netflix es que fue la primera plataforma en dar un servicio de televisión a la carta. Y como todos sabemos, la velocidad es una gran ventaja, por eso, se hizo popular tan «rápido».