ARGENTINA: NUEVA CRISIS CAMBIARIA
El jueves 23 de Enero se produjo el estallido de una crisis cambiaria en Argentina, como consecuencia de la situación que atraviesa el país, y que se está contagiando a numerosos países emergentes, a muchos de ellos de forma injusta.
Tras una depreciación del peso argentino entorno al 55% desde principios del año pasado, a pesar de las medidas de control de cambio instauradas en el país, esta semana hemos asistido a un desplome de dicha divisa, que acumula ya caídas superiores al 15% en el ejercicio. A estas caídas del mercado cambiario oficial hemos de acumular importes superiores en el mercado paralelo, donde el peso ha alcanzado cotizaciones por encima de los 13 pesos por dólar frente a los 8.40 en que se llegó a situar el cambio oficial tras el desplome.
Los intentos del gobierno argentino de controlar la divisa (ante una inflación estimada cercana al 28% y con unas reservas en divisas que han tocado los niveles mínimos de los últimos siete años limitándose a 29.000 millones de dólares, al haber consumido una buena parte de las mismas al intentar defender su divisa) han sido infructuosos y por ello se ha visto obligado a liberalizar la compra de dólares a las personas físicas (no para las empresas) a partir del lunes 26 de Enero, con el objetivo de reducir la brecha entre el mercado oficial y el mercado negro, aunque para que esto ocurra deberíamos ver medidas adicionales que ayuden a controlar la inflación y reducir el déficit.
La influencia de la crisis cambiaria argentina en el resto de mercados no se ha hecho esperar, aunque hay que diferenciar según el tipo de activo y el país, ya que la inestabilidad argentina puede llegar a afectar en mayor medida a una economía como la brasileña que no atraviesa tampoco por su mejor momento, mientras que en el resto de países emergentes el contagio económico debería ser más limitado.
Sin embargo, dentro de la economía financiera estamos viendo una huida de los inversores de los mercados emergentes (similar a la ocurrida en mayo de 2013 con el aviso de la retirada de estímulos de la Reserva Federal) y cierto contagio también a las economías más desarrolladas.
Los mercados de divisas han mostrado una fuerte caída del real brasileño como consecuencia del efecto contagio, situando su cotización por encima de los 2.43 reales por dólar (caída superior al 3% en la semana). El rand sudafricano tocaba mínimos de los últimos 5 años y la lira turca aumentaba su depreciación anual por encima del 7% respecto al euro y se situaba en niveles cercanos a 3 liras por euro (la crisis política del país no ha hecho sino incrementar el nerviosismo de los inversores). El rublo en Rusia o la rupia hindú tampoco han escapado de la depreciación de las divisas emergentes.
Dentro de las divisas de los países desarrollados ha habido una ligerísima apreciación del euro y del yen frente al dólar, mientras que el dólar australiano continuaba su caída, cotizando por debajo de 0.87 frente al USD. En el caso de esta ultima divisa, las perspectivas de bajo crecimiento en China la siguen manteniendo bajo presión; Australia es un gran exportador de materias primas a China.
Dentro de la renta fija, los mercados de bonos del Tesoro de Estados Unidos actúan una vez más como mercado refugio, reduciendo su rentabilidad a niveles del 2.73% para los bonos a 10 años frente al 3% con el que concluyeron 2013. Los diferenciales de los bonos corporativos se han ampliado y esperamos que dicha tendencia continúe en las sesiones venideras.
El mercado de acciones más afectado ha sido el español (con caídas del 3.6% en el día y 5.7% en la semana) y sobre todo en aquellas compañías como Telefónica, Mapfre o BBVA con presencia en Argentina y Turquía, teniendo caídas cercanas al 5% en la sesión del viernes 23.
A lo largo de esta semana hemos presenciado los intentos de otros países emergentes ( india y Turquía) para intentar evitar el efecto contagio; para ello, han incrementado fuertemente los tipos de interés de sus monedas, para hacerlas más atractivas como inversión y reducir la depreciación que están sufriendo en los mercados financieros.
Considero que este movimiento es el primer ajuste de las placas tectónicas de los mercados de divisas, que va a sufriendo seísmos en los próximos meses.
Publicado por: Jaime Madariaga.