Cómo resolver problemas con el liderazgo
El ciudadano reclama por parte de la Administración pública una atención de calidad, tanto en el trato como en la resolución de las solicitudes, escritos y comunicaciones que presenta ante ella. El Real Decreto 951/2005, que establece el marco general para la mejora de la calidad en la Administración General del Estado, reconoce este derecho.
Al final se llega a una solución consensuada. La respuesta nunca puede ser: «no le atiendo», sino que hay que ofrecer alternativas al ciudadano: «Verá, ahora estamos esperando que venga el señor que tiene cita a las 11 de la mañana. Si le atendemos a usted, estaremos haciéndole esperar a él. Yo le doy una cita para otro día». Así, el ciudadano sentirá que al menos se le ha escuchado, el servicio público evitará numerosas quejas y críticas y los empleados no se sienten violentos porque se han sentido partícipes de esta solución. Si el director de la oficina hubiera intentado resolverlo sin contar con los trabajadores, habría creado peor ambiente laboral que repercutiría también directamente en el ciudadano.