Resumen Open Class La Ansiedad ante Procesos de Selección
Todos nos ponemos nerviosos cuando nos presentamos a una entrevista de trabajo. La vergüenza, las expectativas, los temores. Son numerosos los factores que nos pueden jugar una mala pasada. Pero podemos aprender a controlarlos. Antonio Pamos nos dió las claves para gestionar la ansiedad en procesos de selección en la Open Class de UEMC Business School.
El estudio del CTA
La ansiedad está presente en múltiples aspectos de nuestra vida. Es inherente al ser humano y le ha acompañado desde el inicio de la especie. Sin embargo, los recientes periodos convulsos en lo económico, social y laboral, han puesto la ansiedad en el punto de mira. Por ello, la Escuela de Negocios de la UEMC decidió organizar una Open Class virtual y gratuita. Para ayudarnos a gestionar correcta y eficazmente sus efectos en nuestras trayectorias profesionales. Antonio Pamos, CEO de Facthum aRH Spain, ha sido el encargado de darnos las mejores claves y consejos.
El ponente comenzó su exposición mostrando un estudio realizado por su empresa. El objeto del mismo era observar la ansiedad ante entrevistas de trabajo en hombre y mujeres de diversas edades. Para ello se empleó el Cognitive Test Anxiety (CTA) Scale, desarrollado por Jerrell Cassady y Ronald Johnson.
El estudio demostró que las mujeres candidatas presentaban mayor ansiedad que los hombres. Además, dichos niveles de ansiedad aumentaban con la edad. En general, las personas con menor CTA lograron un mejor rendimiento en el proceso de selección.
Además, de este estudio también se dedujo que la ansiedad está estrechamente ligada a la personalidad del individuo. Así, personas con mayor neuroticismo presentan mayores niveles de ansiedad. Mientras que aquellas con rasgos como la extraversión, la amabilidad o responsabilidad tienen CTA menores.
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El estrés: tipos y efectos
El estrés es el proceso puesto en marcha en una persona cuando percibe una situación como amenazante o desbordante. Es la señal de falta de armonía y amenaza a la homeostasis. Sin embargo, no todo es negativo. El eustrés o estrés positivo conlleva una mejora del rendimiento, permitiendo respuestas rápidas ante las situaciones y mayor concentración. En cambio, el distrés es el estrés negativo. Aquél que reduce nuestras capacidades, provoca el bloqueo o la distracción.
El estrés tiene tres fases principales:
- Fase de alarma: se producen cambios fisiológicos (alteración del ritmo cardiaco, elevación de la presión arterial, etc.). Es el momento en que se produce la toma de decisiones entre lucha o fuga. Es decir, huir o enfrentarse a la situación generadora del estrés.
- Fase de resistencia: generalización de los cambios fisiológicos y su extensión a otros ámbitos de la vida. Algunos síntomas: insomnio, pesadillas, desorden gástrico, miedo, irritabilidad, ansias de comer, etc.
- Fase de fatiga o desgaste: surge la enfermedad por incapacidad de adaptarse. Se producen alteraciones y modificaciones de la conducta y el comportamiento.
Así, el estrés viene determinado por cuatro factores fundamentales:
- Manera de evaluar el suceso: la forma de interpretar la realidad.
- Maneras de hacerle frente.
- Apoyo social: búsqueda de ayuda en personas del entorno.
- Características personales: la personalidad, experiencias vividas, etc.
Por supuesto, el estrés se manifiesta de diversas formas y presenta síntomas a distintos niveles:
- Físico: enfermedades cardíacas, alteraciones del sistema digestivo y dermatológicas. Trastornos menstruales y sexuales. Migrañas y dolores de cabeza. Enfermedades psicosomáticas y envejecimiento prematuro.
- Emocional: pérdida de la energía y bajo estado de ánimo. Pérdida de la autoestima. Tensión, inestabilidad emocional e inquietud.
- Cognitivas: incapacidad para tomar decisiones y bloqueo mental. Vulnerabilidad ante críticas y confusión.
- Comportamiento: problemas de expresión, risa nerviosa. Fumar, beber, o morderse las uñas. Abuso de fármacos. Actividad física exagerada y desórdenes alimentarios.
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Técnicas para contrarrestar la ansiedad
La meditación, la relajación o el yoga pueden ser instrumentos eficaces para luchar contra el estrés. Antonio Pamos hizo especial hincapié en el mindfulness. Esta herramienta ha cobrado adeptos en los últimos años. Consiste en mantener una mente plena y consciente. Es la técnica que nos ayuda a prestar atención de manera intencional al momento presente.
El mindfulness nos ayuda a pasar del “modo hacer” al “modo ser”. El “modo hacer” es vivir con el piloto automático, realizando actividades agitadoras y analizando cada pensamiento. En cambio, el “modo ser” es el de la elección consciente. En el que no se identifican pensamientos sino que se siente y se aceptan las cosas. Se realizan actividades energizantes y se “está presente”.
¿Cómo se practica el mindfulness? Al comienzo puede ser complicado. El teléfono, el Whatsapp y el ritmo de vida que llevamos nos hace vivir en un ritmo acelerado. Para poner en marcha el mindfulness hay que practicar diariamente. Prestar atención al cuerpo y la respiración. Regular las expectativas, es decir, el mindfulness no es la solución a todos los problemas de la vida. Pero nos ayudará a adoptar una mejor posición ante ellos.
La práctica del mindulfness conlleva unos cambios neuronales que a su vez desembocan en cambios psicológicos y comportamentales. Esta herramienta produce una serie de cambios notables:
- Reduce:
- Afectos negativos
- Ansiedad.
- Reactividad emocional
- Depresión
- Problemas afectivos.
- Mejora:
- Atención y concentración
- Toma de decisiones
- Empatía y autocuidado
- Comportamiento prosocial
- Bienestar
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Antonio Pamos terminó la ponencia respondiendo sus preguntas y compartiendo experiencias. También, compartió materiales didácticos complementarios para profundizar en la materia. Por último, invitó a los asistentes a practicar el mindfulness y vivir de forma consciente. Presente solo hay uno.
¡Seguimos aprendiendo!. Te esperamos el próximo 15 de febrero para hablar de RSC con José Vera. Ya puedes inscribirte en la Open Class virtual y gratuita «Responsabilidad Social Corporativa: el componente ético empresarial”. ¡No te la pierdas!