TECNOESTRÉS, ¿LO CONOCES? 5 CONSEJOS PARA COMBATIRLO EN LA OFICINA
Entras en la oficina y cada vez resulta más frecuente ver empleados girando lentamente el cuello hacia un lado y otro, tal vez ves a otro masajearse los pulgares o a los del departamento de marketing sentados en posturas extrañas. Unos casi completamente echados hacia adelante sobre la mesa, otros sentados de medio lado,… ¿Qué sucede? Te encuentras ante uno de los grandes efectos del siglo XXI: el tecnoestrés.
Uno de los campos de batalla de todo profesional de recursos humanos es el absentismo laboral. Ahora este frente tienen un nuevo aliado: el tecnoestrés ocasionado por el uso de la tecnología y la conexión 24 horas al día. El pasado 28 de abril, día mundial de la Seguridad y la Salud en el trabajo, ya diversas instituciones hicieron hincapié en los numerosos efectos adversos que están generando los dispositivos tecnológicos y la disponibilidad total de los trabajadores.
Se ha detectado un mayor número de tendinitis en las manos, dolores cervicales, oftamológicos, problemas de ansiedad, estrés, disminución de la memoria y la atención,… efectos que provocan un mayor absentismo, baja productividad y efectividad. Muchos empleados caminan por la calle utilizando el teléfono móvil para responder correos y Whatsapp de la oficina lo que eleva hasta un 40% los riesgos de sufrir un accidente o caída.
Los profesionales de recursos humanos tienen por delante un nuevo desafío: el tecnoestrés, que promete no ser fácil de resolver. Es inviable hacer desaparecer la tecnología de la oficina, pero tampoco es factible tener a unos empleados afectados por dolores musculares y desmotivación dado que afectaran de manera directa a los beneficios e ingresos de la empresa.
Entonces la pregunta es: ¿cómo hacerle frente desde el departamento de recursos humanos o como CEO de una start up?
Evitar el exceso de supervisión
Efectos: tener un dispositivo Smartphone supone disponibilidad 24 horas y por lo tanto la sensación de una supervisión constante lo que genera un exceso de presión que no beneficia al rendimiento del empleado. La desconexión es esencial para el descanso. La invasión de la vida personal y los tiempos de ocio generan cansancio e incrementa las posibilidades de error.
Solución: establece unos horarios de trabajo y que todos los miembros de la empresa lo respeten de manera que el contacto fuera del horario de oficina esté completamente supeditado a casos de urgencia extrema.
Saturación de pestañas
Efectos: la cantidad de información y posibilidades que ponen internet y sus diversas herramientas a disposición de los usuarios hace que cada vez nuestras ventanas de los ordenadores estén más saturadas de cientos y cientos de pestañas hasta el punto de que ya no sabemos cuál pertenece a cada cual. Esto es un efecto directo del multitasking que no existe pues el cerebro no puede tramitar dos tareas a la vez, lo que hace es centrarse en una y luego saltar rápidamente a la otra de manera que no se presta toda la atención necesaria. Se genera pérdida de memoria y déficit de atención incrementando las probabilidades de error.
Solución: programas de mindfulness, charlas o correos en los que se recuerde los beneficios de ventanas de internet con dos o tres pestañas, en los que se propongan ejercicios de concentración. Se recomienda hacer hincapié en los beneficios de, al comenzar la jornada laboral, hacer una lista con prioridades sobre las tareas a desempeñar y en qué orden se hará. Al finalizar el día deberá realizarse otra con las cosas que quedan pendientes de manera que al estar apuntadas el trabajador podrá desconectar.
Utilización del Smartphone personal en horario laboral
Efectos: las notificaciones de Whatsapp, de correo electrónico, facebook, actualizaciones, noticias,… irrumpen en el día a día y hace que las personas dejen inconclusa la tarea para revisar el móvil lo que genera una pérdida de concentración y por lo tanto de productividad y eficiencia. Por otra parte, esta práctica conlleva un socavamiento de la capacidad de atención continua, la aparición de enfermedades como el tecnoestrés y la tecnoadicción.
Solución: Permite que los trabajadores desvíen las llamadas de números que puedan estar asociados a una emergencia al teléfono de la oficina para que el empleado se libere de la sensación de poder no estar localizable en caso de una emergencia. Promueve la campaña del móvil al bolso, mochila o abrigo de manera que no esté visible y que su uso suponga tener que levantarse o desplazarse. Otra opción es el establecimiento de unos tiempos concretos a media mañana, medio día y por la tarde para ver el teléfono y los correos personales.
No levantarse del asiento
Efectos: permanecer durante largas horas sentado sin llevar a cabo movimiento alguno genera dolores lumbares, cervicales, oftamológicos, de fatiga y cansancio,…
Solución: recomendar técnicas de relajación, ejercicios para liberación muscular, meditación y promover la práctica del deporte con boletines informativos, conseguir descuentos en establecimientos dedicados a estos servicios en los alrededores de la oficina,…
Demasiada información y constantes novedades
Efectos: El big data, los cientos de resultados de búsqueda que ofrece Google, los enlaces y más enlaces a noticias e información que ofrecen nuestros contactos en las redes sociales,… hacen que de repente los trabajadores se enfrenten al manejo de unas cantidades de datos ingente. Este volumen de información puede generar ansiedad y estrés ante la imposibilidad de abarcarlo todo y temer estar pasando por alto algo importante. Además, las constantes innovaciones generan la sensación de estar en una carrera que nunca termina y nuestra resistencia cada vez se encuentra más débil.
Solución: aplicación de técnicas centradas en el empleado. Se promueven sesiones de tutoring, coaching, realización de eventos que aúnen a todo el equipo fuera de las tareas rutinarias del día a día laboral. Una de las estrategias que más resultados está propiciando son la proporción de cursos o sesiones de mindfulness. El mindfulness es una práctica basada en la psicología positiva y en la tradición oriental que busca que sus usuarios presten atención plena al momento presente y se experimente calma interior.
Hay numerosas técnicas y estrategias de aproximación al problema del tecnoestrés. Lo que sí que es único es la opinión de cada vez más profesionales de recursos humanos que ven la necesidad imperiosa de establecer medidas técnicas, de formación, organizativas y de supervisión de la salud, que favorezcan las habilidades de los profesionales en cuanto a la gestión de los tiempos y de las prioridades de las tareas.